La mujer, en la época victoriana, si no pertenecía a la clase alta o media tenía que trabajar ya que el sueldo del marido no daba para subsistir, y más si había hijos. En todas las clases sociales se esperaba que dieran hijos al matrimonio, pero no siempre era posible, y más cuando no encontraban marido.
El trabajo para el cual se solicitaba su presencia eran trabajos donde no recibían un sueldo digno ( a no ser que trabajasen para la clase alta y media, donde eran respetadas) Si no eran sirvientas, eran enfermeras y trabajaban como comerciantes y con el algodón. Con el paso del tiempo pasaron a ser también maestras y con la llegada del teléfono, pudieron acceder a puestos en las centralitas. Sin embargo, si eran analfabetas, se tenían que someter a la prostitución.
Pero, si eran de la clase alta o media, su vida era comprar y la vida social, aunque no era color de rosa, ya que tenían que someterse al marido que haría con ellas lo que él quisiera. Desde pequeña se les enseñaba a ser calladas, inocentes, delicadas... Y, al mismo tiempo, inteligentes para que el hombre la pudiera controlar y presumir al mismo tiempo.
Se les enseñaba lenguas extranjeras, a bailar, cantar, tocar instrumentos... Que tuvieran en todo momento la casa lista, y criaran a los hijos ellas sola. En cuanto se casaban, todo lo que era de ellas pasaba a ser del marido, pero con la ley de propiedad de 1881, en caso del divorcio, ella tenía derecho sobre las posesiones y sobre los hijos.
*en próximas fechas, iré añadiendo más cosas sobre la mujer en esta época.